El hotel tiene mucho potencial, con gran zona verde, buena zona de playa y habitaciones mirando al mar.
Sin embargo, el servicio es muy malo. Quitando al entrenador personal, que era muy amable y eficiente, el resto deambula por las instalaciones con cara de cansancio. Les pides algo y no entienden lo que quieres, tardan en servirte, las chapas de la cerveza las tiran a la arena, sirven en vasos de plástico barato, cuando llegue en el retrete no se había terminado de tirar la cadena, no repusieron el champú hasta que se lo pedí, la comida del restaurante, además de carísima, de mala calidad, etc.
Cuando estás en las tumbonas de la playa, con marea baja, llega olor a aguas fecales...y la arena no está realmente limpia. El fin de semana viene cantidad de gente local a la piscina, y la piscina que es solo para residentes es más bien pequeña...
En definitiva, por localización, tamaño del hotel y habitación y zonas verdes, el hotel está muy bien. Por el servicio, calidad de comida y precio, no es nada recomendable.